24 de diciembre de 2010

Llega la tercera ola de reformas de Bolonia

Publicado en Diagonal por Tomás Muñoz García. Militante de Rise Up!

PROTESTAS UNIVERSITARIAS en ITALIA | LA SEGUNDA FASE DE LA ‘LEY GELMINI’




Desde octubre la comunidad universitaria se moviliza, ha ocupado emblemáticos lugares y se ha unido a las protestas contra la compra de votos en el Parlamento.

- INGLATERRA: La movilización estudiantil debilita al Gobierno tory de David Cameron

La Universidad europea empieza a vivir una nueva oleada de reformas neoliberales. Y su mayor repudio se está viviendo en Inglaterra e Italia. En este último país, la segunda “ley Gelmini” es el paradigma de la tercera generación de cambios que se avecinan. Innovaciones legislativas, orgánicas y económicas que inciden en el modelo universidad-empresa ver DIAGONAL nº139. La integración de las instituciones de enseñanza superior en el capitalismo cognitivo sigue su curso, tal y como anticipaba Carlos Sevilla en su libro La fábrica del conocimiento, fortaleciendo la presencia del sector privado en la financiación y gobernanza de las universidades.

Si la primera reforma Gelmini (2008) supuso un recorte en Primaria y en Secundaria, el tijeretazo se ha cebado en esta ocasión con la Universidad. Si hace dos años la universidad pública italiana dejó de recibir 8.000 millones de euros del Estado, de nuevo los bolsillos de los estudiantes tendrán que hacer un esfuerzo extra. La dotación pública para la financiación de las becas disminuye de 246 millones de euros a 25,7 millones, lo que supone que el 80% de los estudiantes que tenían derecho a beca se quedan sin ella. Además, esta asignación en 2012 se rebajará hasta los 13 millones. ¿Y alguien sale ganando? Los bancos, gracias a la instauración del “prestito d’onore”, una beca-préstamo a la que recurrirán los estudiantes.

En lo que se refiere a la gobernanza, la reforma contempla la creación de un Consejo de Administración para las universidades similar al de las empresas. Además, este nuevo mapa de poder se acompaña del recorte del 80% del Fondo de Financiación Ordinario. Lo que abre las puertas a la dependencia de fondos privados, y que estos decidan en que son empleados a través del Consejo de Administración.

La respuesta estudiantil

La ley Gelmini también afecta a los investigadores ver DIAGONAL nº 136. En Italia, éstos son las personas encargadas de dar clase, pero con remuneraciones mínimas y quienes comenzaron esta vez las protestas. Su precaria situación no sólo no mejora, sino que la reforma añade un plan para despedir a más de 80.000 en tres años.

Las movilizaciones estudiantiles arrancaron a finales de octubre. Las ocupaciones simbólicas han sacado el conflicto de las facultades, dando un salto cualitativo en la contestación respecto a 2008. Entonces, el movimiento estaba fuertemente estructurado por las dos grandes áreas de la autonomía organizada en Italia: Uniriot (sector autónomo afín a las tesis de Toni Negri) y Sinistra Critica, a través de su organización estudiantil Atenei in Rivolta (troskistas) y RedNet (autónomos más obreristas). . Mientras que Rifondazione Comunista estuvo completamente fuera.

La Onda anómala, espacio de coordinación de todos estos y otros colectivos, fue la que entonces articuló la mayoría de protestas. Pero el movimiento se desactivó en mitad del curso 2008/2009. Francesco Longo, estudiante de Milán, afirma que son muchos los que creen que fue una decisión tomada desde las “cúpulas” del movimiento, que lo consideraron como una opción estratégica.

El movimiento siguió de manera más tranquila, asentándose y centrándose en conseguir cuotas de representatividad en la Universidad. Sin embargo, la lucha se reactivó con fuerza gracias a la inercia de la incorporación a la misma de los investigadores, doctorandos y otros aspirantes a académicos. En asambleas, con amplia presencia de estudiantes no militantes, se decidieron bloquear desde estaciones de trenes a monumentos como Il Coliseo o la torre de Pisa [ver recuadro al final].

Sin coordinación estatal

En esta ocasión, la oleada de protestas no se ha construido a través de una coordinación estatal. El movimiento se ha generado en cada Universidad con sus dinámicas internas propias. Incluso los estudiantes italianos que están fuera de Italia han conseguido movilizarse. Cervelli in fuga, que así se denomina esta alianza de estudiantes dispersos por Europa, se concentró en Madrid, a las puertas del Prado, el 12 de diciembre. Y los estudiantes también se han sumado a otras reivindicaciones como el rechazo al voto de confianza que ganó Berlusconi, los afectados de L’Aquila o las plataformas de rechazo al mayor vertedero del continente, situado en Nápoles.

AL ‘ABORDAJE’ DE LAS INSTITUCIONES

Alfredo Almendro / Madrid

El 24 de noviembre, días antes de la votación de la “ley Gelmini”, se produjeron varias ocupaciones de centros de poder político en Roma. Grupos de manifestantes se dirigieron hasta la sede del Senado, y lograron ocuparlo. Incluso habrían llegado hasta el propio salón de debates de no ser por una durísima intervención de la policía, que consigue cerrar las puertas en el último momento. Los altercados prosiguieron en las puertas de la Cámara alta, hasta que los manifestantes decidieron dirigirse al palacio Grazzoli, residencia del Primer Ministro italiano. Aquí encontraron otro dispositivo policial, que les impidió la entrada, y se tuvieron que conformar con denunciar irónicamente: “Aquí sólo pasan las velinas”, en referencia a los escándalos sexuales de Berlusconi. Las ocupaciones no sólo tuvieron lugar en Roma. En ciudades como Turín, Perugia y Salerno, estudiantes y profesores lanzaron proclamas desde los tejados de las facultades ocupadas.

“PREOCUPADOS POR LA CULTURA”

A. A. / Madrid

El 25 de noviembre las protestas volvieron a tomar las calles. En esta ocasión, las ocupaciones se dirigen hacia los centros turísticos y culturales del país, aunque no será la única vez. En Pisa se consigue ocupar el icono de la ciudad: la torre inclinada. Allí se desplegó una pancarta de varias decenas de metros. El mismo día se produce en Roma una multitudinaria ocupación pacífica del Coliseo. En este intento de extender el conflicto de la cultura a lugares turísticos o culturales conocidos mundialmente hay que destacar otra fecha: el 7 de diciembre. En la inauguración de la temporada de ópera en la Scala de Milán, los estudiantes, con el apoyo de trabajadores del teatro y otros sectores artísticos protagonizan duras protestas en la puerta del edificio. Incluso Daniel Baremboim, que dirigía la orquesta, manifestó antes del inicio del concierto: “Estamos profundamente preocupados por el futuro de la cultura en Italia y Europa”.

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