Del 25 al 27 de marzo la Universidad europea se echará a la calle
París
La convocatoria de la red Edu-Factory, (http://www.edu-factory.org), reúne en París a 300 universitarios e investigadores precarios. El encuentro tuvo como objetivo la coordinación global de los diferentes movimientos universitarios mediante la definición de ámbitos comunes de diálogo entre las distintas experiencias. El calendario marcado en la cumbre anuncia jornadas globales de acción para finales de Marzo y una próxima reunión en Túnez para conectar con las luchas que se están dando en el mundo árabe.
El encuentro convocado por la red de estudiantes e investigadores precarios EduFactory, celebrado en París del 11 al 13 de Febrero, reunió a unas 300 personas del ámbito de las luchas universitarias y estudiantiles. Los debates se centraron en la construcción de un marco común de coordinación global para responder a la oleada de medidas de ajuste que afectan a todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo la educación.
Entre los días 25 y 27 de Marzo se espera que se produzcan acciones en distintos lugares bajo una serie de lemas comunes que se acordaron en la asamblea final organizativa. Estos lemas hacen alusión a la unidad de respuesta de las diferentes luchas, a la recuperación del “que se vayan todos” argentino o al más reciente grito de “nosotros somos vuestra crisis”. Entre otras formas de contestación se planteó la ocupación de entidades financieras e instituciones gubernamentales, con vistas a la celebración de asambleas populares que busquen la apropiación común de los espacios públicos y privados. Según Francesca, investigadora italiana de Edufactory afincada en Paris, “en estos días comunes de acción, los estudiantes y trabajadores del conocimiento tenemos que mostrar nuestra determinación para responder globalmente al capitalismo y sus estructuras financieras”. En esta línea, ya están programadas acciones en países como Portugal, Gran Bretaña e Italia para las fechas indicadas.
Entre los días 25 y 27 de Marzo se espera que se produzcan acciones en distintos lugares bajo una serie de lemas comunes que se acordaron en la asamblea final organizativa. Estos lemas hacen alusión a la unidad de respuesta de las diferentes luchas, a la recuperación del “que se vayan todos” argentino o al más reciente grito de “nosotros somos vuestra crisis”. Entre otras formas de contestación se planteó la ocupación de entidades financieras e instituciones gubernamentales, con vistas a la celebración de asambleas populares que busquen la apropiación común de los espacios públicos y privados. Según Francesca, investigadora italiana de Edufactory afincada en Paris, “en estos días comunes de acción, los estudiantes y trabajadores del conocimiento tenemos que mostrar nuestra determinación para responder globalmente al capitalismo y sus estructuras financieras”. En esta línea, ya están programadas acciones en países como Portugal, Gran Bretaña e Italia para las fechas indicadas.
El encuentro contó con una relevante presencia de activistas ingleses e italianos, a los que se sumaron personas y organizaciones de países como Portugal, Alemania, Francia, Austria, Rusia, Irlanda, Ucrania, Grecia, Chile o Japón. El grado de asistencia por países estuvo fuertemente determinado por la amplitud actual de los movimientos estudiantiles en sus respectivas realidades locales. De esta manera la presencia de militantes del estado español fue escasa, limitándose a un grupo reducido de activistas.
En este encuentro se pusieron en común las experiencias adquiridas durante los diferentes procesos de lucha, con el objetivo de construir espacios comunes de trabajo, partiendo de la perspectiva de que tanto la mercantilización de la educación como la precarización de las vidas son procesos paralelos que se están llevando a cabo simultáneamente en todos los países.
Durante el encuentro, el escritor y media-activista proveniente del operaismo italiano Franco Berardi Biffo, comentaba para DIAGONAL en este sentido que “las estrategias de lucha tienen que dirigirse, más allá de los gobiernos nacionales, contra el Banco Central Europeo y la dictadura financiera que nos gobierna globalmente”.
Los activistas de distintos países denunciaron los diversos grados de profundización en la mercantilización y precarización en las universidades. Los ingleses hablaron del aumento de las tasas de inscripción hasta los 10.000 euros al año y de los recortes presupuestarios del nuevo gobierno tory-liberal, los italianos hablaron de la precarización del estudio y la investigación a través de la Ley Gelmini y los japoneses de los problemas que genera el modelo de becas-préstamo en su país. En este sentido, una activista de la universidad de Tokyo, afirmaba tener “una deuda de 40.000 euros con la banca japonesa”, tras haber preparado un doctorado y ver su nombre inscrito en la “lista negra de estudiantes morosos”. Por otro lado un grupo de profesores griegos alertaba que la dilatación temporal en la aplicación de reformas vinculadas al proceso de Bolonia en los diferentes países “responde a la necesidad de los gobiernos de evitar una respuesta simultánea contra el ataque que estamos sufriendo”.
Construyendo coordinación
Durante las jornadas hubo debates paralelos con títulos como “Las Transformaciones de la universidad: libre acceso versus privatización”, “Educación autónoma, escuela libre y nuevas prácticas alternativas” o “Precariedad, deuda y bienestar: Hacia un paradigma de lo común”. Algunos de los talleres versaron sobre esta necesidad de inventar nuevas formas de producir y compartir los saberes comunes más allá del marco expropiatorio que el capital impone a las prácticas actuales. Otros debates hablaban sobre la doble condición de estudiantes-trabajadores, las perspectivas de huelga transnacional en la crisis del sistema capitalista o las Nuevas Tecnologías para la Organización de la Revolución. En esta línea, la asamblea decidió seguir utilizando herramientas de coordinación como la lista de correo (list@makeouruniversity.org), el portal Education Activist Movement (www.ism-global.net) o la red social de activistas Crabgrass. Otra vía de trabajo busca la coordinación de diferentes colectivos de auto-formación en torno a una “Universidad autónoma global” que configure una cartografía de de este tipo de iniciativas.
Extensión del movimiento
Los asistentes al encuentro mostraron una especial admiración hacia las luchas emancipatorias que se están llevando a cabo en el mundo árabe, denunciando la decisión del estado Francés de vetar la entrada al país a un grupo de estudiantes tunecinos que pretendían asistir al encuentro. Pese a ello, algunos miembros de la delegación parisina del Front de Liberation du Peuple Tunisien acudieron al acto e invitaron a la asamblea a realizar el próximo encuentro en Túnez, propuesta que fue asumida inmediatamente por la organización. En este sentido, numerosos asistentes consideraban que la convergencia con las luchas que se están llevando a cabo en los estos países puede suponer un hito en la coordinación de los movimientos radicales del centro y la periferia. Por otro lado, los estudiantes franceses hicieron un llamamiento a participar en la contra-cumbre del G8 de las Universidades en Dijon del 5 al 7 de mayo.
El encuentro tuvo lugar en la Universidad de Paris VIII, ubicada en la banlieu norte parisina de Saint Denis, lugar que simboliza la interacción de la cultura universitaria autónoma y radical con las resistencias de los jóvenes provenientes de la inmigración. Marcados por este contexto, los activistas locales alertaban sobre los límites tradicionales para abordar determinadas prácticas transformadoras desde la universidad. Tal y como afirma Sam, militante de Sud-Etudiant en Paris VIII, “a la hora de constituir un movimiento con aspiraciones transformadoras hay que tener en cuenta la selección social inherente a la institución universitaria, que deja fuera de sus muros a los muchos jóvenes de las banlieus que están abocados al trabajo intermitente y la precariedad crónica imperante en sus barrios”. La red EduFactory está consolidándose como un espacio de coordinación de las diferentes luchas universitarias, pero según afirma este militante “tiene aún como asignatura pendiente converger con los sectores que sufren la precariedad fuera de la universidad.”
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