DEMANDAMOS INFORMACIÓN Y DEBATE RECIBIMOS REPRESIÓN
¿A qué represión nos referimos?
Desde la realidad de la Universidad como un espacio de conocimiento, reflexión, debate y
crítica en la que se pretende que todos los miembros de la misma puedan expresar libremente sus ideas, pensamientos y preocupaciones, consideramos inadmisible la actuación de Didac Ramirez, Rector de la Universidad de Barcelona, al permitir la entrada de los Mossos d'Esquadra en el Edificio Histórico de Rectorado el pasado miércoles 18 de marzo para desalojar al centenar de estudiantes allí encerrados.
Así mismo, condenamos también la violenta actuación de las fuerzas policiales durante el
desalojo, que acabó con varias estudiantes heridas, todo ello por demandar un proceso de información y debate abierto y real acerca de la actual reforma educativa que afecta a toda la sociedad.
Queremos resaltar que durante los cuatro meses que duró el encierro las actividades realizadas por los estudiantes movilizados incluían charlas, debates y convocatorias, mediante las que construyeron una forma diferente de aprendizaje, basada en la participación, el conocimiento, la reflexión crítica y la concienciación colectiva, con el apoyo y colaboración de profesores, personal de investigación, Administración y servicios, así como de otros sectores de la sociedad.
Este tipo de actitudes represivas hacia el movimiento estudiantil son, por desgracia, cada día más habituales. Las incursiones policiales al interior de los campus y edificios universitarios bajo la
autorización y permisividad de los Rectorados de la Universidad de Valencia, Autónoma de
Barcelona, Pompeu i Fabra y La Laguna son otra buena muestra de ello.
Este aumento en la represión al movimiento estudiantil también la estamos sufriendo en el
exterior de los campus,en forma de cargas policiales, tal y como sucedió en la manifestación contra Bolonia del 12 de marzo en Madrid, y en las protestas contra el desalojo del Rectorado de la Universidad de Barcelona, el día 18 de marzo, en Mallorca y Barcelona. Concretamente en esta última, dichas protestas terminaron con cerca de un centenar de heridos (manifestantes, periodistas, peatones,e incluso un niño de 10 años) y decenas de detenidos.
Consideramos intolerable el posicionamiento que ha tomado la Asociación Catalana de
Universidades Públicas en sus comunicados del 12 y 18 de Marzo, apoyando y justificando la
actuación del Rector de la Universidad de Barcelona, y tergiversando la realidad de la situación de las ocupaciones de los edificios universitarios, para así criminalizar a las estudiantes críticas con el proceso de Bolonia y sus métodos de implantación. El mismo desprecio nos merece el comunicado de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, firmado por el Presidente de la misma y Rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángel Gabilondo Pujol, suscribiendo dicho posicionamiento.
¿Por qué estamos hoy en las calles?
Las Asambleas de Estudiantes de todo el Estado Español llevamos años exigiendo
que se abra un proceso de debate público y real en torno a lo que la nueva reforma de la
Educación Superior enmarcada en el Proceso de Bolonia va a suponer para las
Universidades y la sociedad en general. Consideramos que no ha habido el más mínimo
interés desde las instituciones (tanto gubernamentales como universitarias) en promover
este debate; todo lo contrario: la información relativa a la aplicación del Espacio Europeo de
Educación Superior ha estado oculta desde el principio del proceso.
Ahora te pedimos que te plantees una pregunta: si esta reforma beneficiará tanto a
los estudiantes como a la sociedad en su conjunto, ¿por qué esa negativa a informar
sobre la realidad del Plan Bolonia y a abrir un debate que permita a todas conocer la
“Universidad del futuro”?
Tras años informándonos por nuestra cuenta, descifrando los textos legales que
implantan dicha reforma, y observando los acelerados cambios que ya se están dando en
nuestras Universidades (como que los organismos que decide los presupuestos de nuestras
Universidades, los Consejos Sociales, cuenten con más de una tercera parte de empresarios),
no nos queda ninguna duda de la respuesta: si el conjunto de la sociedad conociese la
realidad del Plan Bolonia, éste no se aplicaría, debido a su descarado interés en
mercantilizar la educación y eliminar cualquier atisbo de pensamiento y conocimiento
crítico.
Sobre la falta de información en torno a esta reforma sólo hace falta ver datos: según
una encuesta realizada por la empresa Simple Lógica, un 27,2% de los españoles no apoya
el Plan Bolonia, la mitad, un 13,9% sí lo apoya, pero lo más importante, un 48%
considera baja o nula la información que tienen sobre el proceso.
Si nos referimos al ámbito universitario, según el referéndum convocado en la
Universidad de Barcelona, un 93,1% del alumnado votaron contra Bolonia y tan sólo un
5,8% a favor; la participación fue del 20,3% de las 60.000 alumnas de dicha universidad (una
de las mayores participaciones en el ámbito estudiantil universitario, tres veces más que lo
habitual en las elecciones a rector).
Sin duda, el 79,7% restante del alumnado de la U.B. tiene tan poca información al
respecto que no sabe ni que opina sobre algo que les afecta a ellos, que te afecta a ti, que nos
afecta a todas.
Es por todo ello que hoy nos encontramos ejerciendo presión en las calles. Ultimamente escuchamos mucho aquello de “para
estas cosas existen otras vías, las vías democráticas”. No sabemos que
entienden los rectores y las instituciones por democracia; nuestra mayor
exigencia sigue siendo algo tan coherente como información, preocupación y
debate público y real sobre la reforma que modificará casi en su totalidad el
funcionamiento de las Universidades, y tras exigirlo por las vías
“democráticas” durante los últimos años, encontrándonos siempre contra un
muro de hormigón forjado por interes políticos y económicos, nos vemos
totalmente legitimadas para hacer oir nuestra voz y nuestra demanda a las
puertas de aquellos que defienden esta injusta imposición y justifican la
represión como método para acallar nuestra protesta.
M-28 de abril, HUELGA ESTATAL
S-9 de mayo, MANIFESTACIÓN
BOLONIA NOS AFECTA A TODXS
¡TOD@SCONTRA BOLONIA
¿A qué represión nos referimos?
Desde la realidad de la Universidad como un espacio de conocimiento, reflexión, debate y
crítica en la que se pretende que todos los miembros de la misma puedan expresar libremente sus ideas, pensamientos y preocupaciones, consideramos inadmisible la actuación de Didac Ramirez, Rector de la Universidad de Barcelona, al permitir la entrada de los Mossos d'Esquadra en el Edificio Histórico de Rectorado el pasado miércoles 18 de marzo para desalojar al centenar de estudiantes allí encerrados.
Así mismo, condenamos también la violenta actuación de las fuerzas policiales durante el
desalojo, que acabó con varias estudiantes heridas, todo ello por demandar un proceso de información y debate abierto y real acerca de la actual reforma educativa que afecta a toda la sociedad.
Queremos resaltar que durante los cuatro meses que duró el encierro las actividades realizadas por los estudiantes movilizados incluían charlas, debates y convocatorias, mediante las que construyeron una forma diferente de aprendizaje, basada en la participación, el conocimiento, la reflexión crítica y la concienciación colectiva, con el apoyo y colaboración de profesores, personal de investigación, Administración y servicios, así como de otros sectores de la sociedad.
Este tipo de actitudes represivas hacia el movimiento estudiantil son, por desgracia, cada día más habituales. Las incursiones policiales al interior de los campus y edificios universitarios bajo la
autorización y permisividad de los Rectorados de la Universidad de Valencia, Autónoma de
Barcelona, Pompeu i Fabra y La Laguna son otra buena muestra de ello.
Este aumento en la represión al movimiento estudiantil también la estamos sufriendo en el
exterior de los campus,en forma de cargas policiales, tal y como sucedió en la manifestación contra Bolonia del 12 de marzo en Madrid, y en las protestas contra el desalojo del Rectorado de la Universidad de Barcelona, el día 18 de marzo, en Mallorca y Barcelona. Concretamente en esta última, dichas protestas terminaron con cerca de un centenar de heridos (manifestantes, periodistas, peatones,e incluso un niño de 10 años) y decenas de detenidos.
Consideramos intolerable el posicionamiento que ha tomado la Asociación Catalana de
Universidades Públicas en sus comunicados del 12 y 18 de Marzo, apoyando y justificando la
actuación del Rector de la Universidad de Barcelona, y tergiversando la realidad de la situación de las ocupaciones de los edificios universitarios, para así criminalizar a las estudiantes críticas con el proceso de Bolonia y sus métodos de implantación. El mismo desprecio nos merece el comunicado de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, firmado por el Presidente de la misma y Rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángel Gabilondo Pujol, suscribiendo dicho posicionamiento.
¿Por qué estamos hoy en las calles?
Las Asambleas de Estudiantes de todo el Estado Español llevamos años exigiendo
que se abra un proceso de debate público y real en torno a lo que la nueva reforma de la
Educación Superior enmarcada en el Proceso de Bolonia va a suponer para las
Universidades y la sociedad en general. Consideramos que no ha habido el más mínimo
interés desde las instituciones (tanto gubernamentales como universitarias) en promover
este debate; todo lo contrario: la información relativa a la aplicación del Espacio Europeo de
Educación Superior ha estado oculta desde el principio del proceso.
Ahora te pedimos que te plantees una pregunta: si esta reforma beneficiará tanto a
los estudiantes como a la sociedad en su conjunto, ¿por qué esa negativa a informar
sobre la realidad del Plan Bolonia y a abrir un debate que permita a todas conocer la
“Universidad del futuro”?
Tras años informándonos por nuestra cuenta, descifrando los textos legales que
implantan dicha reforma, y observando los acelerados cambios que ya se están dando en
nuestras Universidades (como que los organismos que decide los presupuestos de nuestras
Universidades, los Consejos Sociales, cuenten con más de una tercera parte de empresarios),
no nos queda ninguna duda de la respuesta: si el conjunto de la sociedad conociese la
realidad del Plan Bolonia, éste no se aplicaría, debido a su descarado interés en
mercantilizar la educación y eliminar cualquier atisbo de pensamiento y conocimiento
crítico.
Sobre la falta de información en torno a esta reforma sólo hace falta ver datos: según
una encuesta realizada por la empresa Simple Lógica, un 27,2% de los españoles no apoya
el Plan Bolonia, la mitad, un 13,9% sí lo apoya, pero lo más importante, un 48%
considera baja o nula la información que tienen sobre el proceso.
Si nos referimos al ámbito universitario, según el referéndum convocado en la
Universidad de Barcelona, un 93,1% del alumnado votaron contra Bolonia y tan sólo un
5,8% a favor; la participación fue del 20,3% de las 60.000 alumnas de dicha universidad (una
de las mayores participaciones en el ámbito estudiantil universitario, tres veces más que lo
habitual en las elecciones a rector).
Sin duda, el 79,7% restante del alumnado de la U.B. tiene tan poca información al
respecto que no sabe ni que opina sobre algo que les afecta a ellos, que te afecta a ti, que nos
afecta a todas.
Es por todo ello que hoy nos encontramos ejerciendo presión en las calles. Ultimamente escuchamos mucho aquello de “para
estas cosas existen otras vías, las vías democráticas”. No sabemos que
entienden los rectores y las instituciones por democracia; nuestra mayor
exigencia sigue siendo algo tan coherente como información, preocupación y
debate público y real sobre la reforma que modificará casi en su totalidad el
funcionamiento de las Universidades, y tras exigirlo por las vías
“democráticas” durante los últimos años, encontrándonos siempre contra un
muro de hormigón forjado por interes políticos y económicos, nos vemos
totalmente legitimadas para hacer oir nuestra voz y nuestra demanda a las
puertas de aquellos que defienden esta injusta imposición y justifican la
represión como método para acallar nuestra protesta.
M-28 de abril, HUELGA ESTATAL
S-9 de mayo, MANIFESTACIÓN
BOLONIA NOS AFECTA A TODXS
¡TOD@SCONTRA BOLONIA
ESPÍRITU CRÍTICO, HORIZONTALIDAD,RELEXIÓN,PARTICIPACIÓN
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