Porque, como decía Galeano, en 1492 las nativas descubrieron que eran indias, que vivían en América.
Descubrieron que estaban desnudas, que existía el pecado, que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo. Que ese dios había inventado la culpa y el vestido. Y había mandado que fuera quemada viva quien adoraba al sol y a la luna.
Y a la tierra.
Y a la lluvia que la moja.
Porque NO HAY NADA QUE CELEBRAR si no es su lucha y su resistencia.
Porque no alabamos, ni conmemoramos, ni elogiamos orgullosas una civilización construida gracias a la destrucción de pueblos y culturas diferentes. Lo rechazamos. Rechazamos el imperialismo de ayer y de hoy.
Hagamos que el día de hoy no sea de orgullo, sino de vergüenza.
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