8 de noviembre de 2012

La huelga del 99%: construyendo rebeldía


Repita conmigo: No hay motivos para la huelga general. Las huelgas no sirven para nada. Nunca una huelga creará empleo. Los has oído una y mil veces y son sólo algunos de los argumentos que machaconamente la élite privilegiada repite, y que cada vez menos gente nos creemos.

Nos los repetirán aunque cientos de familias sean desahuciadas por bancos todos los días. Aunque se privatice la sanidad pública y se decrete un tasazo en las universidades haciendo que sólo acceda a los estudios quien pueda pagárselos. Nos lo repetirán una y otra vez aunque el desempleo nos alcance ya a más de la mitad de los jóvenes y la precariedad laboral sea el horizonte vital de toda una generación. Aunque el gobierno obedezca como un siervo a la troika y a los bancos. Aunque el código penal se reforme para criminalizar a las que nos oponemos a los recortes. Aunque la CEOE mande más que nunca, nos dirán sin ruborizarse que no hay motivos.

Repita conmigo nuevamente: la huelga es cosa de unos pocos, de sindicatos antiguos, de vagos que no quieren trabajar ni arrimar el hombro para sacar al país de la crisis.

A todos ellos, a ese 1% que se aprovecha de la crisis para desmantelar nuestros derechos condenándonos a una profunda regresión social y salvar así sus privilegios, a ellos les decimos que somos cada vez más las jóvenes que nos atrevemos, los que hemos perdido el miedo porque nos han robado ya demasiado, las que vamos a convertir la huelga del 14 de noviembre en cosa de todos:  de los invisibles, que desde el subsuelo hemos aprendido lo que es la dignidad; de todas las paradas y desahuciados, de las precarias y los intermitentes, de las migrantes, las mujeres, los falsos autónomos y las becarias explotadas. Esta huelga es también nuestra, de los estudiantes que queremos derechos y universidad pública al servicio de la sociedad y no del mercado.

Desde el consejo de administración de alguna corporación con beneficios millonarios. O desde algún escaño. Desde el ministerio de economía, desde el Santander y desde el Zara. Desde el Banco Central Europeo y el FMI. Desde todos esos sitios nos intentarán colar sus mentiras. Nos dirán que si todos obedecemos y nos callamos un poquito más las cosas van a mejorar y la crisis terminará. A todos ellos, nosotras desde la universidad, desde el colectivo Rise Up, sólo podemos decirles que se vayan, que no vamos a descansar hasta que no quede ni uno. Les decimos, les gritamos, que son el 1%, y que no nos representan. Que nos están robando los derechos y la vida. Que están parasitando la riqueza social que entre todas creamos. Y sobre todo, que el 14 de noviembre nos tendrán en la calle, en las facultades, en las plazas, en los barrios y en los centros de trabajo, luchando por recuperar nuestro futuro.

No pensamos que un día de huelga general por sí sólo vaya a ser la solución, pero creemos que se trata de una herramienta más para plantar cara a tantos ataques, para encontrarnos en las calles, descubrir la fuerza que tenemos juntas, y aprender de ello para continuar luchando al día siguiente por los derechos y por la democracia. No asumimos ni repetimos eso de que las huelgas no sirven para nada porque es un falseamiento de la historia y una invisibilización de todas esas personas que luchando han ganado derechos, pero también de las que han perdido la vida. Estamos hartas. No queremos más mentiras. Tampoco queremos volver a nuestras vidas antes de la estafa de la crisis. Ahora lo queremos todo. No vamos a parar hasta construir otro mundo, uno donde quepan muchos mundos, uno donde manden los pueblos y no haya gobiernos que obedezcan a los bancos. Les decimos que el 14N seremos multitud, y que no pueden esconderse más tiempo detrás de las corbatas y dentro de sus coches oficiales, porque no habrá un solo rincón de Europa en la que la voz desobediente e insurrecta de las de abajo no se escuche. 
 

Hacia la huelga general del 99%: construyendo rebeldía. 

Colectivo Universitario Rise Up de la Universidad Carlos III de Madrid

No hay comentarios: